Introducción
El casamiento judío es mucho más que una simple ceremonia o contrato social. Representa la reunión de dos partes de una misma alma que, al nacer, se dividen y, mediante el matrimonio, vuelven a unirse bajo la Jupá, la tradicional cubierta nupcial. Este acto no solo simboliza la unión entre dos personas, sino también la conexión con lo Divino, ya que el matrimonio es considerado un proceso sagrado que trasciende lo meramente terrenal.
La Naturaleza Espiritual del Matrimonio
El judaísmo enseña que el matrimonio es una idea Divina, un medio por el cual dos mitades de un alma logran fusionarse y completarse. Este concepto no tiene una explicación lógica; en cambio, está profundamente arraigado en la espiritualidad. La institución del matrimonio no solo formaliza una relación, sino que también permite a la pareja alcanzar un nivel más alto de santidad (“kedushá”) y de compromiso mutuo.
Un paralelismo notable se encuentra en la relación entre Dios y el pueblo judío. El casamiento judío se asemeja al pacto celebrado en el Monte Sinaí, cuando Dios entregó la Torá al pueblo de Israel. Muchas costumbres matrimoniales reflejan esta conexión, simbolizando el compromiso eterno y sagrado entre las partes.
Preparativos para el Matrimonio
El camino hacia el casamiento judío comienza con la consulta a un rabino, quien evaluará si la pareja puede casarse bajo la Jupá y si la fecha seleccionada es apropiada según la ley judía. Además, se requiere que ambos integrantes sean judíos, solteros y no descendientes de relaciones prohibidas según la Halajá. Esto incluye casos donde no se ha recibido el Guet (divorcio religioso) a pesar de un divorcio civil.
El rabino también solicita documentación relevante, como la Ketubá de los padres, partidas de nacimiento y, en caso de divorcio, copias del Guet. Esto asegura que el matrimonio sea válido y cumpla con todas las normativas religiosas.
El Papel de la Ketubá
La Ketubá es un documento legal que establece las responsabilidades del esposo hacia su esposa. Más allá de su valor simbólico, protege la dignidad y los derechos de la mujer dentro del matrimonio. Para ser considerada kasher (válida), debe estar escrita conforme a las normas de la Halajá, asegurándose de que no falten palabras claves ni detalles esenciales.
Las Siete Vueltas y su Simbolismo
Una de las costumbres más significativas del casamiento judío es cuando la novia realiza siete vueltas alrededor del novio. Este ritual tiene varios significados profundos:
- Representa los siete días de la Creación, simbolizando el comienzo de una nueva etapa.
- Construye una muralla protectora alrededor del esposo, destacando el papel de la mujer en la protección del hogar.
- Recuerda la caída de las murallas de Jericó, aludiendo al poder de la mujer para derribar barreras internas que puedan debilitar a la familia.
El Propósito del Matrimonio
El matrimonio en el judaísmo no solo busca la felicidad personal, sino también el crecimiento espiritual y la construcción de un hogar basado en valores sagrados. Cada pareja tiene la responsabilidad de trabajar juntos para superar obstáculos, fortalecer su unión y reflejar la santidad en su vida cotidiana. Como dice una enseñanza judía: «El matrimonio no es un gasto, sino una inversión».
Conclusión
El casamiento judío es una institución rica en significado espiritual y tradiciones profundas. A través de la Jupá, la Ketubá y los rituales sagrados, la pareja no solo se une entre sí, sino también con Dios. Este compromiso es una oportunidad para alcanzar la plenitud espiritual y construir un hogar que refleje la kedushá, la santidad, que es el fundamento del judaísmo. Cada matrimonio representa no solo la unión de dos almas, sino también un paso más hacia la realización del plan divino en la tierra.